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Salimos desde la cala del Tio Ximo en pleno Enero, con una previsión muy buena. El mar llevaba dos días en calma, pasamos toda la semana consultando las predicciones de tiempo y oleaje (que que puedes ver aquí) y para este Sábado. Sabíamos que era un día muy indicado para poder realizar la salida y tener muy buena visibilidad y así fue.
Salimos sobre las 10, después de ponernos el neopreno y todo el equipo necesario y cargar con una botella de agua de medio litro para ir hidratándonos por el camino ya que sabíamos que sería una ruta larga. Sin prisas, contemplando los fondos y los peces, fuimos recorriendo la zona de la costa que nos llevaría hasta el punto donde se encuentra La Torre dels Cavallers. Hacía ya tiempo que llegamos caminando hasta esta zona y nos impresionaron tanto las vistas de estos acantilados de la Serra Gelada, que quisimos volver a llegar hasta aquí, pero esta vez por el mar.
Pronto nos sorprendió gratamente un pulpo que intentó camuflarse sin éxito. Por el camino nos encontramos rincones muy bonitos, rocosos y con mucha vida marina. Otra vez que vinimos por aquí pudimos ver una sepia y una morena. Esta vez nos quedamos con las ganas de ver algún ejemplar de estos pero a cambios pudimos ver cuatro pulpos y quedarnos fascinados con sus movimientos y su cambiante piel, tanto de tonalidades de color como de textura.
Uno de los rincones que vimos y nos sorprendió mucho, fue una zona, que no llega a ser cueva, pero a la que hay que acceder a través de un estrecho formado entre dos rocas. Al estar muy protegido por el mar fue el punto donde más claridad en el agua observamos, a parte del bonito efecto visual que hacía el contraste entre la sombra y los rayos de luz.
Conforme íbamos llegando a nuestro destino, había zonas con más profundidad, ya en la zona de los acantilados y nos sorprendió la claridad del agua, ya que en teoría esta parte está más abierta al mar. Cuando llegamos al último saliente rocoso y ya pudimos contemplar los acantilados, nos quedamos un buen rato observando al sol el precioso paisaje, escuchando el suave vaivén del agua contra las rocas. Escribiendo esto nuestra mente viaja de nuevo a este maravilloso lugar y ya estamos pensando en volver...