Las playas y calas, aunque sean urbanas o semiurbanas, son un espacio natural que debemos cuidar. Son los portales que nos permiten acceder a nuestro querido mar y un lugar de esparcimiento y disfrute en la naturaleza. Algunas playas y la mayoría de las calas, no tienen vigilancia ni ningún cuidado por parte de los municipios, salvo la retirada de residuos de las papeleras. Así que está en nuestras manos cuidar y proteger estos entornos, TODOS y CADA UNO de los que vamos a playas y calas, SOMOS en parte responsables de su estado, limpieza y conservación.
Deja el sitio igual a como lo encontraste y aunque haya papeleras, intenta llevarte la bolsa de basura contigo hasta un contenedor más seguro. Los municipios tardan en recoger los residuos de estas papeleras y cuando hay mucho viento pueden salirse y seguramente terminen en el mar.
Productos químicos que se suelen usar en muchas cremas de sol, son nocivos tanto para nuestro organismo como para la vida marina: peces, plantas y arrecifes. En zonas de mar muy turísticas como La Riviera Maya o Hawai se han prohibido las cremas solares que dañen el ecosistema marino. Todo el mundo debería tomar nota.
Las primeras, porque son uno de los principales contaminantes del océano y tenemos que reemplazarlas cuanto antes. Las segundas por que pueden romperse y alguien pisar los vidrios. Tardan en degradarse 1000 y 4000 años respectivamente.
Recomiendo esta botella térmica, que he probado personalmente, está hecha con materiales reciclados y mantiene la temperatura fría/caliente de los líquidos y además la hace una empresa valenciana.
Intentamos recoger siempre que podemos plásticos y otros objetos que encontramos en las playas y en el mar. Cuando hacemos inmersiones llevamos una bolsa de rendija pequeña (de unas gafas de natación) en la que podemos meter bolsas apretadas, ya que si las llevamos en rendijas más grandes, se abren y dificultan mucho nadar, sobretodo cuando llevas unas cuantas.
Cuando vamos con tabla de paddle surf, llevamos una rendija grande para bolsas, botellas, corchos y otras cosas que encontramos flotando. Muchos municipios o clubs de deportes marinos realizan una vez al año quedadas para limpiar playas, así que apúntate a ellas y colabora con la limpieza.
Solemos encontrar pesos de plomo que usan los pescadores y ya sabemos lo tóxico que es este material. Con menos frecuencia vemos también anzuelos con formas de pez, gamba o cangrejo. Uno de ellos lo encontramos enganchado a una pata de pulpo cerca de su pico y por suerte se lo pudimos extraer.
Tira las colillas en el cenicero, en la lata o en cualquier otro recipiente pero no lo tires o entierres bajo la arena. Los filtros de estas colillas son una de las mayores fuentes de residuos en las playas. Un informe asegura que en todo el mundo, son vertidas en las playas 5 billones de colillas al año y los filtros tardan a degradarse 10 años.
Aunque existen en el mercado alternativas biodegradables, creemos que no hay que continuar con la cultura del usar y tirar. Recomendamos los de materiales metálicos que van a tener una vida útil mucho más grande. Las bolsas de plástico tardan 100 años en degradarse y es muy fácil que salgan volando. Los vasos tardan 75 años en degradase y los cubiertos o platos 150 años.
Seguid los caminos, ya que si nos salimos de ellos vamos a pisar la vegetación causando seguramente su muerte y en el caso de las dunas, son ecosistemas muy frágiles y la mayoría de especies que habitan en ellas son endémicas y están protegidas.
¡Así queremos ver las playas y calas!
Hemos disfrutado mucho en las playas y calas y cuando decidimos hacer esta guía se nos planteó una disyuntiva: ¿Promocionar estos espacios en los que tanto hemos disfrutado con la posibilidad de que puedan terminar masificadas y se degraden? Nuestra apuesta ha sido difundir estos espacios, la práctica de los deportes en el mar que tanto disfrute y beneficios nos han aportado. Al mismo tiempo concienciar sobre estos entornos y fomentar su cuidado. Así que esperemos que cuides de estos lugares como nosotros hacemos, son un recurso natural de enorme valor.
Sabemos que hasta que no cambie la industria de distribución de alimentos de paradigma, mejor dicho, que la sociedad la haga cambiar, este será un problema para el mundo del que ya vemos sus repercusiones. Mientras tanto intentemos aportar nuestro granito de arena de la mejor forma que podamos.
Si crees que falta algo importante en este artículo, coméntanoslo y lo incluiremos en él. Cuidemos de estos entornos y así podremos seguir disfrutando de ellos. ¡Nos vemos en el MAR!